En
esta entrada de hoy he decidido abordar un tema muy interesante que a
menudo suscita muchas dudas. Se trata de un método de gestión de ganado
(que en realidad es mucho más, como veremos en breve) denominado manejo
holístico, que constituye una de las herramientas empleadas por la red
ibérica de Agricultura Regenerativa (si no sabes qué es y qué hace esta
organización, te aconsejo que visites su página web, y en especial su agenda
de eventos y cursos). La Agricultura Regenerativa basa toda su
metodología en dos conceptos fundamentales: Imitar a la naturaleza y
optimizar la salud del suelo, que es la base principal de los procesos
ecológicos y por ende de los agro-ganaderos. Pero, ¿podemos construir
suelo y revertir la erosión utilizando ganado? ¿No es el ganado el
culpable de gran parte de la degradación del medio ambiente?
“El pasto necesita animales. Pasto y animales evolucionaron juntos”.
– Allan Savory
El texto que viene a continuación resume el contenido de una charla
que Allan Savory impartió en el Trinity College de Dublín (Irlanda) en
noviembre de 2009. En ella Allan describe los principios y motivaciones
de este apasionante método para la toma de decisiones.
Allan
Savory, el creador del manejo holístico, suele decir que incluso sin la
existencia de los combustibles fósiles, el cambio climático que estamos
viviendo en la actualidad estaría ocurriendo igualmente. Pensemos que
más de 20 civilizaciones han sido destruidas en el pasado (cuando aun no
se utilizaba el petróleo) como consecuencia de la intervención humana y
sus efectos en el clima. La desertización, pérdida de biodiversidad y
cambio climático se consideran normalmente tres problemas separados e
independientes. Sin embargo, bajo el punto de vista del manejo holístico
son tres patas de un único problema: Un funcionamiento incorrecto del
medio ambiente en su conjunto. La desertización es un síntoma de la
pérdida de biodiversidad. Y la influencia de los desiertos en el clima
es evidente. Señores, este es un cambio de paradigma brutal y que las instituciones educativas y de investigación aun no han sido capaces de adoptar.
Quizás pienses que la desertización no te afecta. Como dicen los anglosajones, think again
(piensa de nuevo). Este desarreglo en el funcionamiento del medio
ambiente se manifiesta desde sus comienzos de múltiples maneras:
Erosión; ríos, arroyos y pozos que se secan; sequías e inundaciones;
enfermedades de las plantas, animales y humanos; plagas; pobreza y
problemas sociales como el maltrato de mujeres y niños; éxodo a las
ciudades; aumento de la criminalidad y violencia, así como de la
intolerancia hacia otras razas o culturas; crisis económicas; guerras,
colapso de los gobiernos y finalmente, derrumbamiento de la
civilización. Según Savory es un patrón que se ha repetido una y otra
vez a lo largo de la historia. Parece que la desertización sí nos está
afectando al fin y al cabo, incluso si como yo vives en el verde norte
de España.

El
Dust Bowl o “cuenco de polvo” fue uno de los mayores desastres
ecológicos, económicos y sociales del siglo XX, y se debió a una mala
gestión agro-ganadera que unida a la sequía convirtió en desierto vastas
extensiones de terreno en el sureste de norteamérica.
Curiosamente,
todos estos síntomas son tratados por nuestras instituciones como
problemas en sí mismos. Es como si te duele la cabeza porque te estoy
pegando con un martillo. El problema no es el dolor de cabeza. El
problema soy yo que te estoy pegando con el martillo. Es cuestión de sentido común. Trata la causa, no el síntoma.
Por otro
lado, las instituciones tienen total certeza sobre cuál es la causa de
la desertización en África: Sobrepoblación y sobrepastoreo. Sin embargo,
Savory afirma que en zonas de Norteamérica con un clima similar, donde
no existe ninguno de estos dos factores, el proceso de desertización se
observa igualmente. Si todavía recuerdo algo de mis años como
científica, esto constituye un claro contraejemplo. Es decir, la
hipótesis inicial, que atribuía la causa de la desertización a la
sobrepoblación y el sobrepastoreo, debe ser incorrecta. Una vez superado
este trauma (admitir que estamos equivocados, algo que nos cuesta mucho
a los seres humanos), podemos pasar a buscar el denominador común a
todas las civilizaciones que hasta la fecha se han enfrentado con la
gran amenaza de la desertización. Si somos capaces de encontrar ese
denominador común a todas las civilizaciones previas, tendremos una
probabilidad nada despreciable de estar mirándole a los ojos a la causa
real de muchos de nuestros problemas. Ahí es nada. Pues bien, Allan
Savory dice haber encontrado ese denominador común, y no es lo que estás
pensando. No es la deforestación, no es el ganado, son las decisiones
que tomamos los seres humanos.
Esta parte
se merece un párrafo nuevo. Y es que constituye el concepto fundamental
del manejo holístico, queridos lectores. Yendo un paso más allá, resulta
que los seres humanos tomamos decisiones siempre del mismo modo.
Partimos de un objetivo (por ejemplo, comprar un coche), utilizamos unas
herramientas (el dinero), y tenemos en cuenta una serie de factores
(opiniones de expertos, de amigos, experiencias previas, publicidad,
etc). Allan Savory se dio cuenta de que en este esquema se produce una
tremenda simplificación de la realidad. No se consideran ningunas de las
posibles ramificaciones. Por eso definió lo que se conoce como el
objetivo holístico (holistic goal en inglés). El objetivo
holístico ha de tener en cuenta factores económicos, sociales y medio
ambientales. Se convierte en nuestro norte. Nunca lo alcanzamos, pero
guía todas nuestras decisiones.
Otro aspecto
fundamental del manejo holístico y de otras corrientes agro-ecológicas
es que reconoce la necesidad de comprender los procesos naturales.
Debemos entender que el mantenimiento de la biodiversidad pasa por la
existencia del ciclo de la vida: nacimiento, crecimiento, muerte y descomposición.
Amigos, ¡no olvidemos a la descomposición! Nos dará asco, pero es uno
de los cuatro procesos imprescindibles para la existencia de la vida en
la naturaleza, que todo lo recicla. Y la descomposición es un proceso
llevado a cabo a través de la actividad de seres vivos, las bacterias y
otros microorganismos.
Entendamos
entonces cómo ocurre la descomposición en la naturaleza, en particular
la descomposición de la materia vegetal. Los entornos de todo el mundo
se pueden dividir en dos tipos: Los entornos húmedos, que ocupan
aproximadamente un tercio de la superficie continental y que se parecen
al paisaje del norte de España, y los entornos áridos, que ocupan el
resto y en los que no hay humedad de forma continua, sino que ésta se
concentra en ciertos periodos o temporadas del año. Pues bien, ¡¡¡la
descomposición necesita de humedad para poder tener lugar!!! (tres
signos de exclamación significan que este concepto es MUY IMPORTANTE).
Por eso, en entornos de clima seco con lluvias ocasionales, cuando no
llueve la vegetación muere por falta de agua y al mismo tiempo lo hacen
los microorganismos que la descomponen, dejando una capa de vegetación
“momificada” que ni crece ni deja crecer a las “nuevas generaciones”. A
no ser que alguien venga y se la coma (las manadas salvajes de
herbívoros o los herbívoros domésticos bien gestionados), esta masa
vegetal fosilizada comienza un proceso químico (no biológico) de
oxidación que puede tardar décadas en descomponerla y que además emite
gases de efecto invernadero. Conclusión: En zonas donde no llueve todo el año necesitamos herbívoros en nuestras praderas para evitar que estas se conviertan en desierto con el paso de los años.

Los herbívoros en manada tienen una relación simbiótica con los pastos.
Si
observamos una gran manada salvaje, veremos que la presencia de
depredadores es un engranaje más de esta maquinaria sofisticada que
llamamos Naturaleza. Ellos se encargan de asegurar que las grandes
manadas de herbívoros se concentren al máximo para protegerse. Al
hacerlo, cubren rápidamente el suelo de excrementos y orina y
naturalmente prefieren moverse en seguida para comer lejos de donde han
cagado y meado. ¡Y no volverán a esa misma tierra hasta que no quede
rastro de toda esa porquería! Serán herbívoros, pero no son tontos.
Los seres
humanos sin embargo sí que hacemos tonterías. Nosotros no somos
depredadores, sino que somos carroñeros omnívoros que aprendimos a
cazar. Y debido a nuestra enorme habilidad fuimos capaces de llevar
muchas especies de herbívoros a la extinción o sus aledaños. ¿Veis la
sucesión de eventos? La extinción de los grandes rebaños podría ser
la causa del cambio climático, y podría haber comenzado hace decenas o
cientos de miles de años, cuando el hombre aprendió a cazar.
Wow.
Pero
entonces, si el problema es la falta de animales en las praderas,
metamos animales, ¿no? Allan Savory comenzó a proponer la inclusión del
ganado como herramienta de recuperación de zonas en proceso de
desertización hace 50 años. Y durante 20 le fue prohibida la entrada a
las instituciones educativas, donde se le consideraba poco menos que un
tarado. Hace ya más de 50 años que Andre Voisin demostró que el
sobrepastoreo se producía por un exceso de permanencia en el pasto
(tiempo), no por un excesivo número de animales. Y por descontado no
existen estudios que hayan demostrado que un número excesivo de animales
produce sobrepastoreo. Sencillamente se asume que es así, igual que en
tiempos asumíamos que la Tierra era plana o que no hacía falta lavarse
las manos para hacer cirugía. Así que debemos introducir animales y
debemos hacerlo correctamente. No se trata de hacer las cosas de
cualquier manera, hemos de hacerlas con conocimiento. El manejo
holístico y otros métodos de pastoreo como el PRV (Pastoreo Racional de
Voisin) nos enseñan precisamente esto.

Estas
impresionantes imágenes muestran el cambio en una misma propiedad tras
la inclusión de ganado gestionado utilizando el manejo holístico.
La
ignorancia y el miedo son dos de los mayores retos a los que nos
enfrentamos como especie. Hasta ahora hemos ignorado cómo funcionaba la
naturaleza y hemos tenido miedo a la presencia de grandes grupos de
animales herbívoros. Sin embargo, con el conocimiento que por fin
tenemos y las herramientas (tecnología) adecuada, estamos en una
posición privilegiada para darle la vuelta a la situación. ¡Muy buenas
noticias al fin y al cabo! ¿Os imagináis el potencial de esta
información? ¿Y sus ramificaciones? No solo en lo que se refiere a
revertir los procesos erosivos que nos invaden, sino también en tanto en
cuanto convierte a los herbívoros en aliados en lugar de villanos
(estoy pensando en los devastadores efectos de las instalaciones de
confinamiento animal donde criamos a la inmensa mayoría de los animales
en la actualidad).
Con
esta entrada he pretendido solamente trazar unas pocas pinceladas que
nos dan una idea general sobre qué es el manejo holístico. Pero este
sistema tiene una metodología propia y da para muchas entradas más. Ni
siquiera he tocado la cuestión de la captura de carbono realizada por la
masa vegetal que se desarrolla al aplicar el manejo holístico, con el
potencial de capturar todo el carbono emitido a la atmósfera desde el
principio de la revolución industrial. Ese tema lo dejo para una entrada
aparte, confiando en haber picado vuestra curiosidad.
Lo
cierto es que aprender a aplicar el manejo holístico en nuestras fincas
tiene un enorme potencial para regenerar nuestras tierras, maximizar la
producción, compaginar nuestra vida y sueños con el dedicado trabajo de
producir alimentos limpios y nutritivos, y en definitiva ganar el épico
pulso contra el desierto que estamos viviendo como civilización. Por
todo ello desde Agricultura Regenerativa
se está haciendo un enorme trabajo para traer expertos de prestigio
internacional a Iberia para que nos expliquen en detalle cómo aplicar
este método revolucionario. Uno de estos expertos es Kirk Gadzia,
que impartirá un curso introductorio sobre el manejo holístico la
semana que viene (del 22 al 24 de marzo) en Peraleda de la Mata,
Cáceres, en el mágico enclave de la finca Valdepajares del Tajo.
El curso cuenta con profesionales en traducción consecutiva que harán
que la barrera del idioma, que tantas veces se interpone en la expansión
del conocimiento, sea inexistente. Si quieres disfrutar de buen
ambiente y buena compañía al tiempo que te armas del conocimiento
necesario para luchar en esta batalla, no dudes en asistir. ¡Necesitamos
urgentemente más guerreros! Me han dicho que aun quedan algunas plazas.
Toda la información sobre este evento se encuentra en la agenda de Agricultura Regenerativa.
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